La premisa para diseñar este stand fue clara desde el comienzo: todo debía salir del taller prearmado y montarse en sitio en tan solo tres días. Para lograrlo, partimos de una base de diseño completamente modulada, lo que permitió optimizar tanto el traslado como el armado sin comprometer la calidad del resultado final.
En cuanto a la estética, optamos por una paleta que combina negro y madera, buscando un equilibrio entre sobriedad y calidez. La iluminación, distribuida en distintos planos, fue clave para resaltar los materiales y generar un ambiente atractivo.
El diseño del stand debía ser lo suficientemente versátil como para albergar la participación de empresas de diferentes rubros: construcción, aluminio, mármolería, carpintería y revestimiento de pisos. Cada elemento fue pensado para acompañar la identidad de cada expositor, sin perder coherencia visual en el conjunto.
