Otro baño desafiante que resolvimos en un formato lineal, optimizando al máximo la funcionalidad y el almacenamiento sin perder diseño.

La propuesta

Incorporamos una torre vertical que aloja el calefón y artículos de limpieza, sumando además gran capacidad de guardado. El sector de la bacha se diseñó con una mesada de cuarzo suspendida, que integra un toallero calado en la propia superficie. Debajo, una cajonera doble suspendida permite sumar canastos o elementos decorativos, manteniendo el orden visual.

Para continuar con la presencia de madera natural, colocamos estantes aéreos sobre los artefactos, que aportan calidez y espacio para objetos decorativos.

La ducha se sectorizó utilizando el mismo gris cemento del piso, creando una sensación de cabina continua, delimitada sin cortes visuales.

En cuanto a materiales, trabajamos con tres tipos de revestimientos. Piso de porcelanato símil cemento para un look sobrio y atemporal, cerámica greige en espiga como acento en la pared principal y cerámica blanca en el resto de los paramentos para dar luminosidad y equilibrio.

La iluminación se resolvió en distintos planos: general, puntual, decorativa (con espejo retroiluminado) y un punto específico dentro de la ducha, para generar una atmósfera serena y relajante.

Los detalles en negro recorren el baño, otorgando coherencia estética, modernidad y carácter.